Habiendo llegado de los jardines segun mi mapa quise descansar junto a los caballos bastante hermosos por cierto.
-Que bien se ven.....
Fije mi mirada en un caballo Negro con la cola blanca y me quede mirandolo, luego me acerque de a poco.
Derrepente hizo un gesto de indomable
-Tranquilo.....
Al estar lo suficientemente cerca le acaricié la nariz para que se calmara, parecía aceptarme y dejo su agresividad de lado, en el lugar en el que estaba descansaba y el nombre estaba escrito en un letrero
''Aiko''
-Haci que te llamas Aiko, bien bien, eres un macho muy fiero y muy elegante a la vez.....
Continue acariciandolo y parecia estar tranquilo.