Aterrizando en la ciudad

Tema: Aterrizando en la ciudad Sáb Ago 01, 2009 9:07 pm

El vuelo había sido agotador ,pues había estado sentada algo menos de seis horas y sus largas y níveas piernas se habían entumecido por ello. Aún así a ella la gente le pareció la mar de agradable y sobretodo los pequeñuelos que iban con sus madres ,eran unas criaturillas adorables ,por lo que se le hizo todo más liviano. Pronto tomaron tierra con un suave aterrizaje del piloto y en pocos minutos ya estaban fuera.
La verdad es que la tripulación había sido muy amable con todo el mundo ,ofreciendo refrigerios y bebidas para calmar la sed. Caminó por la pasarela que los llevaría al aeropuerto con una dulce sonrisa ,que acompañaba su aura tranquila pero alegre. Todos los niños fueron pasando con sus padres ,diciéndole adiós o cosas por el estilo ,ella tan solo les respondió con una tierna sonrisa y un gesto con la mano ,nunca le gustaba decir adiós ,siempre prefería un 'Hasta pronto'.
Después de bajar unas cuantas escaleras y cruzar alguna que otra puerta ,llegaron a un sitio donde parecía ser que se cogían las maletas. Hikari cogió la suya que iba más o menos de las primeras y ayudó a las personas mayores a coger también las suyas ,nunca estaba de más ayudar.
Con todo el equipaje ya en sus manos ,comenzó a caminar hacia la salida observando la ventana ,al parecer no hacía demasiado buen día en la ciudad ,la lluvia parecía inminente. Ella sonrió para si ,al menos iba algo abrigada con aquellas medias de color marrón algo tupidas y aquel vestido de invierno en tonos oliva y marrones ,con acabado de bolsa y escote palabra de honor aunque con manga farol. Para no pasar frío por arriba ,llevaba una chaqueta de color oliva también y un abrigo marrón ,mientras que en los pies ,vestía unas botas de pelo también de un color parecido. Además ,cabe señalar el pequeño bolsito de bandolera colgado de su hombro.
Sus orbes amatista comenzaron a observarlo todo con curiosidad a pesar de haber estado allí alguna que otra vez. Si ,recordaba la tienda de recuerdos ,la de colonias y la de chucherías aunque parecía que habían hecho reformas en la cafetería.
Siguió pujando de su maleta en un intento de llegar hacia la persona que la llevaría hacia el colegio con gran amabilidad ,pero parecía pesar demasiado para ella.
Algo introvertida y ligeramente sonrojada porque los chicos de su edad no dejaban de mirarla embobados ,decidió darse toda la prisa que pudiera ,no sin antes asegurarse de que nadie necesitaba su ayuda.
Su níveo y dulce semblante no tardó en otear a un señor de mediana edad ,de cabello más bien oscuro ,que llevaba un cartel que ponía 'Hikari Akonawa'. Lo comprobó dos veces antes de dirigirse a él y bajar la mirada bastante introvertida ,así era ella.
Este la observó con detenimiento ,era una muchacha excepcionalmente hermosa ,ya no parecían encontrarse demasiadas como ella por aquellos lares. Torció su sonrisa y retiró el cartel ,seguro que ella era la tal Hikari.
-¿Es usted la Señorita Hikari Akonawa?-preguntó con tono monótono y despreocupado ,esperando su reacción-.
Ella se sonrojó un poco más y lentamente fue ascendiendo la mirada. El hombre se impresionó por aquellos preciosos orbes que poseía ,no tenían parangón.
-S-Si ,soy yo ,disculpe la demora buen hombre.-le contestó con aquella vocecilla pura y tierna ,digna de un ángel-.
-No pasa nada mujer ,es normal que los aviones se retrasen ,esto es un aeropuerto ,¿Recuerdas?-comentó el señor riendo escuetamente con su imponente bozarrón ,para luego proseguir.-Muchacha ,es hora de irnos.-anunció mientras se daba la vuelta y caminaba hacia la salida ,esperando que la joven le siguiera-.
Ella no se lo pensó dos veces esta vez y comenzó a caminar tras el hombre con lentitud y cuando por fin salieron del aeropuerto ,alzó la mirada hacia el ahora oscuro cielo.
-¿Parece que va a llover ,verdad buen hombre?-preguntó ella con cortesía y educación, sin dejar atrás la inocencia de una niña pequeña-.
Este la escuchó hablar algo absorta en sus pensamientos y sonrió para sus adentros, cogiendo la maleta y abriendo el maletero del coche para llevarla. Después de ello ,le abrió la puerta y la contempló una vez más antes de sonreírle por última vez en aquel lugar.
-Eso parece ,pequeña damisela.-respondió este haciendo una leve reverencia para que ella entrara en el vehículo-.
Hikari volvió a sonrojarse levemente y con una tímida mirada se lo agradeció con creces ,entrando en el automóvil y asegurándose de ponerse el cinturón de seguridad.
El hombre cerró la puerta instantes después tras ella y ni dos minutos se demoró en entrar el también en el auto. Hizo contacto con la llave para que el coche se encendiera y con un hábil movimiento de volante ,salieron del aparcamiento.
La joven parecía absorta en sus pensamientos ,ajena a la carretera ,observándolo todo casi que con demasiada curiosidad. Parecía una niña el primer día que la llevan a la montaña o al mar.
Sus orbes amatista se fijaron una vez más en el grisáceo firmamento y en un minúsculo instante ,cristales de cielo comenzaron a caer desde las alturas ,tenía ganas de llegar al colegio.
[Cambio de escena]