Acababa de llegar a la academia la cual la tenia intrigada. Al entrar la bella arquitectura le dejo impresionada. Era una gran escuela y muy bella, pero el objetivo principal no era ese. Asi que desidio andar a paso veloz, para comprobar lo que en aquella rara carta le habian comentado. Vestia un largo vestido rosa (como casi siempre) llevaba sus maletas en mano y aun asi podia correr, Nico un poco molesto le seguia el paso. El pobre felino no comprendia la obsecion de su dueña y sin embargo pagaba las concecuencias. -Nee~ Nico ¿Crees que lo que nos dijeron en la carta sea cierto?- murmuro anciosa la chica mientras su mascota solo le dedicaba unos maullido en forma protestona.
Con la velolizad que llevaba Lydia, llegaron muy pronto a los jardines, amplios, verdes y como toda la escuela muy hermoso. El paisaje era realmente tranquilo tan tranquilo, que de solo verle, invitaba a uno a leer un rato. Lydia abrio los ojos cual platos y una gran sonrisa se dibujo en su rostro -Nee~ Nico! Mitte Mitte!- exclamo la chica. Nico solo jugeteaba con su esponjosa cola, en señal de aburrimiento -Nicoo! Te estoy hablando!, este lugar es tan bello, que pasaremos mucho rato aqui, leyendo y divagando- advirtio al felino, que ya se hasia a la idea de que algo asi ocurriria.